martes, 21 de agosto de 2007

El Guitarrista Vagabundo

Hace cuatro largos años, allá cuando Mugsy se encontraba en su mejor forma, cuando el servicio militar lo obligó a dejar el vicio del alcohol, cuando las chicas lo perseguian y este se negaba a alejarse de su angel, sucedió que Mugsy encontró a un ser humano que le cambió la existencia.
Por esos entonces, Mugsy se hallaba muy decaido, a pesar de todo lo anterior, por su intento fallido de entrar en la Escuela Nacional de Musica y se preguntaba si en realidad esa era su profesion.
Corría un Sabado, de esos cuando Mugsy se hallaba haciendo ejercicio, plantando arboles, pintando bancas y barriendo los parques de la delegacion Benito Juarez durante horas.
Despues de lograr esta titánica labor de 8 de la mañana a 2 de la tarde, Mugsy regreso extenuado como cada semana, tomó un baño, se vistió y habló con su angel. Acordaron verse esa misma tarde. Mugsy encontró una nota de su familia que le avisaba el lugar donde habrian de encontrarse para comer.
Asi, se dirigió a dicho lugar. Se trataba del mercado cercano a su casa.
Llegó y encontró facilmente a su familia, luego, todos comieron opiparamente.
Al terminar de comer, Mugsy se levanto, se despidió y se fue no sin una rechifla por parte de su familia por dejarlos tan pronto.
En el camino hacia el metro, Mugsy se percató de que debia de estar en casa de su angel en menos de 10 minutos, por lo que apresuro el paso.
Entró al metro por las escaleras mas cercanas que habia.
En el preciso instante en el que comenzó a bajar las escaleras, Mugsy escuchó una hermosa melodia que parecia tener el timbre de una guitarra, supuso que la melodia provenia de una de las bocinillas colocadas en el techo de la estación.
Bajó las escaleras y se dirigió a la taquilla. Mientras mas se acercaba a la taquilla, le melodia se escuchaba mas fuerte y mas real. Despues de comprar el boleto, Mugsy dirigió el oido a una de las bocinillas del techo y se percató de que aquella melodia no provenía de ahi.
Hipnotizado como los niños por el Flautista de Hamelin, Mugsy comenzó a buscar de donde provenía aquel sonido. Este se hacia cada vez mas fuerte mientras mas se acercaba a las escaleras que estaban en direccion opuesta de la entrada que el habia tomado.
Sentado en esas escaleras, se encontraba un vagabundo, tocando una guitarra como lo haria el mismisimo Orfeo. La funda de la guitarra descansaba en el piso, y dentro tenia unos miseros centavos.
Mugsy se quedó atónito ante aquella escena. Inmediatamente buscó dinero en su cartera, para pagar por aquella interpretacion que tanto lo habia impresionado. Encontro un billete y no penso dos veces antes de colocarlo dentro de aquella funda.
El vagabundo, de cabello largo y canoso, y barba abundante terminó la pieza y le agradeció a Mugsy por su "generosa" aportacion. La verdad es que Mugsy no le pago mas por que no tenía mas dinero, pero a el le pareció que aquella interpretacion valia mas de lo que el podia pagar.
El vagabundo le pregunto a Mugsy si queria escuchar algo. Mugsy solo conocía el Vals Venezolano, por lo que fue lo unico que le pidio. El vagabundo lo tocó con gran maestria. Mugsy se dio cuenta de que ya se le habia hecho tarde, de modo que cuando el vagabundo termino con el Vals, Mugsy le dio las gracias y le hizo notar la satisfaccion que sentia al haberlo conocido.
Mientras Mugsy se alejaba, el vagabundo comenzo a tocar el Minueto en Sol menor de Bach, y le grito a Mugsy que era su amigo.
Mugsy nunca tuvo mas determinacion de estudiar musica que cuando se despidio de aquel amigo suyo. Se pregunta por qué no se quedo mas tiempo escuchandolo, o por que no le pregunto que rediablos hacia Orfeo en la estacion del metro Etiopía. A veces se contesta que en ese momento le parecio mas importante llegar con su angel, y luego se pregunta dónde esta su angel ahora.
Incansablemente busca a su amigo cada que pasa por aquella estacion del metro, pero no lo ha vuelto a ver. Tal vez Orfeo solo necesitaba cruzar la linea 3 del metro, como cuando cruzo la Laguna Estigia.
En fin, esta persona cambió la perspectiva de Mugsy acerca de la música y siempre se lo agradecerá.
Gracias Guitarrista Vagabundo.
Por cierto la Melodia que hipnotizo a Mugsy se llama Vals en Skaii de Roland Dyens.